Altercados diarios ponen contra las cuerdas a los comerciantes de la Macarena: "Esto es un sinvivir"

Vecinos y comerciantes alertan de la degradación del barrio desde hace una década

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"Desde hace años, la situación es insostenible"

Sevilla/A tan solo un paso de cebra del transitado Hospital Universitario Virgen Macarena, en uno de los barrios más poblados y populares de Sevilla, Montserrat Hernández Galván sube cada mañana la persiana de su tienda con un gesto mecánico, pero advierte que “nunca sabes lo que te vas a encontrar”, resume. Lleva dos décadas al frente de su pequeño comercio en la zona, en pleno corazón de la Macarena, y en los últimos tiempos se ha planteado seriamente cerrar.

No es su única tienda: también gestiona otro establecimiento de moda en la carretera de Carmona. Pero este, el de su barrio de toda la vida, se ha convertido, según cuenta, en una lucha diaria contra la inseguridad, la falta de respuesta institucional y el deterioro de un entorno que —denuncia— ya apenas reconoce.

Robos a plena luz del día

“Esto era un barrio de gente trabajadora, de vecinos de toda la vida, pero últimamente se ha degradado muchísimo”, explica. Robos en su negocio a plena luz del día, personas durmiendo en los portales, peleas frecuentes, cristales rotos e intentos de forzar la entrada de su local: una rutina que se ha vuelto insoportable. “Hace solo unos meses entraron a robar llevándose un montón de ropa; otro día hace muy poco una mujer irrumpió con un cristal en la mano. Este mismo fin de semana han intentando romper los cristales del escaparate, pero gracias a que al cristal de seguridad, no han conseguido abrirlo con una palanca”.

Estas escenas se repiten con frecuencia. Cuando no son pequeños hurtos, es el consumo de alcohol o sustancias en plena calle delante del negocio, o los restos que dejan quienes pasan la noche en la puerta de la tienda. “Llamas a la policía y te dicen que si no te están agrediendo, no pueden hacer nada. Pero esto no es forma de trabajar, me he plantado alguna vez que otra cerrar este negocio”, lamenta.

"No se puede permitir"

El barrio de la Macarena, uno de los que concentra mayor densidad de población en Sevilla, vertebrado por hasta cinco asociaciones vecinales muy activas, entre las que Montse la actividad de la agrupación El Cerezo, vive en estos últimos años una tensión constante entre su identidad histórica y los efectos de una falta de planificación social que, según denuncian muchos residentes, ha sobrecargado la convivencia. “No se puede permitir que los comerciantes tengamos que vivir así”, sostiene Montserrat, quien se queja de que muchas veces se siente sola: “Aquí todo el mundo se queja, pero pocos denuncian.Y las asociaciones hacen lo que pueden, pero si no colaboramos entre todos, esto no cambia”.

Esperanza, una vecina de la Macarena que escucha atenta el testimonio de Montse advierte de que se trata de una situación que "no es nueva", sino que se trata de un panorama que se repite desde hace al menos una década: "Yo no quiero irme de mi barrio, donde he nacido y donde tengo mi casa desde hace 40 años que conseguí con mucho esfuerzo", apunta.

Aunque las asociaciones vecinales más activas trabajan desde hace años para visibilizar los problemas del barrio, la sensación de abandono persiste. “Los vecinos están cansados. Dicen: ‘Monse, ¿cómo aguantas así en la tienda?’ Pues porque no me queda otra”, le responde a Esperanza.

Para Montse, que recoge el sentir, asegura, de buena parte de los vecinos, el foco radica en el albergue próximo, que algunos responsabilizan del aumento de personas sin hogar en la zona, con comportamientos poco cívicos por parte de algunos de ellos.

La Macarena no es un barrio periférico ni marginal. Es una zona céntrica, con una gran actividad comercial y una vida vecinal intensa, que convive con el hospital, la universidad y miles de personas que cada día cruzan sus calles. “Esto no es un barrio cualquiera. Y no podemos resignarnos a que lo dejen caer”, concluye Montse, mientras echa un vistazo a la calle antes de volver al mostrador, mientras recuerda en voz alta con sus clientas que está citada este 23 de junio en el Ayuntamiento de Sevilla para debatir sobre la situación que está provocando en la zona las obras la primera fase de la construcción de la Línea 3 Norte del Metro de Sevilla.

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