Estas son las funciones y cometidos de los nuevos serenos de Sevilla

La figura del sereno había desaparecido en España en la década de 1970 pero el Ayuntamiento de Sevilla ha puesto en marcha un plan para sensibilizar a la población de su comportamiento y del uso que hacen de la ciudad, tanto de los bienes públicos como los privativos. Además de las patrullas policiales que vigilan constantemente la capital hispalense, se reanuda la actividad de los serenos en las calle sevillanas.

Los serenos eran personas encargadas de vigilar las ciudades y los barrios, se ocupaban de abrir las puertas de las casas por las noches, de manera que tenían las llaves de todos los portales. Los que necesitaban de su ayuda lo llamaban a palmadas o directamente gritaban "serenoo" y éste se acercaba y abría la puerta del portal para que el individuo pasase.

Las jornadas de estos hombres que velaban por la seguridad de los barrios comenzaban a las 23:00 y finalizaba a las 05:00. Su figura servía para mantener el orden en las calles, informar del tiempo o la hora a los vecinos que lo preguntasen e incluso despertaban a los pescadores en las zonas costeras. Tenían un cometido de servicio al ciudadano, tal y como se quiere volver a instaurar ahora. Su jornada laboral actual en Sevilla será desde las 23:00 hasta las 06:00.

Estas son las funciones del sereno en Sevilla

Los nuevos serenos que patrullen por las calles sevillanas tendrán una labor de concienciación de los bienes públicos, además servirán para proteger a las persona que circulen por las calles a altas horas de la madrugada. Su presencia contribuirá a dar una mayor sensación de tranquilidad a los vecinos. Tendrán una función muy relevante para la detección de situaciones problemáticas de diversa índole y origen (accidentes, actos incívicos, hechos delictivos), lo que permitirá al Ayuntamiento poner en marcha los mecanismos adecuados en cada caso para resolverlas, al tiempo que pueden ser colaboradores eficientes de la Policía Local.

Se espera que cumplan una función preventiva, pedagógica y orientadora, o incluso llevar a la práctica una mediación que evite un conflicto, o bien llegar a una solución dialogada si fuera preciso. Otra de las funciones que se plantea para los agentes cívicos es la posibilidad de proporcionar acompañamiento en la vía pública a personas que pueden encontrarse en una situación de mayor vulnerabilidad y que se vean expuestos a posibles casos de violencia, agresiones o robos.

Esta labor de acompañamiento sería realmente útil para ayudar a personas que se han perdido y sufren algún tipo de enfermedad como Alzheimer, demencia o alguna enfermedad neurodegenerativa. Su puesta en marcha se contempla como especialmente relevante para colectivos vulnerables, como las personas con discapacidad o personas, familias o grupos con dificultades y ciudadanos con carencia de medios de subsistencia.