María Jesús Montero es la única socialista que quiere ser candidata a la Junta

La ministra de Hacienda y vicepresidenta del Gobierno es la única candidata de los socialistas para aspirar a la Presidencia de la Junta de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas que están previstas para dentro de un año. En plena tormenta política por el escándalo de la trama corrupta de Ábalos, Koldo y Cerdán, el PSOE andaluz tenía activado su calendario orgánico para designar a su cabeza de lista. Como estaba previsto, ningún militante socialista ha optado a competir en primarias con Montero por lo que, cumplido el plazo establecido, la Comisión de Ética del PSOE andaluz la ha designado como precandidata, ya que cumple con todos los requisitos para ello. Ahora tendrá que reunir entre un 6 y un 10% de firmas del censo total de militantes, 40.000 aproximadamente, para que esa candidatura sea ya oficial.

La designación de María Jesús Montero como secretaria general del PSOE andaluz, y como candidata a la Junta, estuvo precedida de polémica. Antes de su desembarco en Andalucía, muchas voces entre los socialistas andaluces apostaban por la figura de Juanfran Serrano, el número dos de Santos Cerdán y a quien, además, le unen lazos familiares. Había un importante movimiento interno que veía en su perfil, joven pero con experiencia en el partido y sin pasado político en Andalucía, una oportunidad. Pero al final pesó más la experiencia de Montero a quien se veía como un revulsivo para el partido que no ha logrado conectar con la sociedad andaluza desde 2018 cuando perdió el Gobierno autonómico. Tras el liderazgo de Juan Espadas, portavoz en el Senado, el PSOE quería recuperar la ilusión con la ministra de Hacienda. Y lo consiguió en los primeros momentos.

El pasado 18 de enero, Montero era elegida secretaria general de los socialistas andaluces después de que su único rival a esas primarias, Luis Ángel Hierro, se retirase al no lograr los 4.947 avales que necesitaba para enfrentarse en primarias a la vicepresidenta. A partir de ahí, el PSOE andaluz inició un cambio en varios sentidos; se integró a los susanistas que habían estado apartados y a todas las voces críticas, llamando a la unidad para recuperar la Junta de Andalucía.

Volvieron a abrir las casas del pueblo y cambió la portavocía del grupo parlamentario, además de varios secretarios generales en las provincias. Todo ello sin que Montero haya renunciado a ninguno de los cargos que ostenta, ya que no es sólo vicepresidenta del Gobierno y ministra de Hacienda sino también vicesecretaria general del PSOE federal, es decir, número dos de Pedro Sánchez.

En el contexto actual, donde los socialistas miran con preocupación las informaciones que puedan ir saliendo, María Jesús Montero ha seguido con su plan de trabajo y será la candidata a las elecciones autonómicas de junio de 2027. Eso si no se produce algún cambio drástico antes que cambie todos los equilibrios de poder dentro del PSOE.

Por el momento, mantiene un discurso de "recuperar la ilusión de los andaluces" para superar la situación de parálisis que, a su juicio, tiene el Gobierno de Juanma Moreno.